Tomado del título «máquinas para volar» de Da Vinci para denominar a algo similar a aviones y helicópteros, hoy voy a hablar sobre las «máquinas para moverse».

No se cuando llegamos al punto tal de sedentarismo que para no enfermarnos tenemos, (sí, ahora es casi una obligación) que movernos. Nuestro cuerpo está programado para moverse, ejercitarse y cual motor de  auto sino se mueve las piezas se nos empiezan a empastar y a herrumbrar hasta que en algún momento se rompe.

Si lo pensás es ridículo, destinamos tiempo y dinero e incluso diseñamos máquinas para movernos y/o para ejercitar un músculo determinado que gracias a nuestra comodidad no usamos.

Cual pollo en el comedero ahí se nos ve, corriendo en el caminador o subiendo escalones, utilizando máquinas para hacer lo que estamos programados para hacer: movernos.